Cenote Xkeken: aguas puras y cristalinas en México

Antes del surgimiento de los capos de las drogas mexicanas del siglo XXI, el submundo mexicano tenía un significado considerablemente diferente.


En lugar de acceder al Inframundo a través de una puerta trasera sucia en una cantina, la tradición Maya pre-colonial creía que las puertas del más allá yacían en cenotes.

A pocos kilómetros de Valladolid, en la Península de Yucatán, el paisaje está salpicado de sumideros naturales que conducen directamente a la tierra. A diferencia de su antiestético nombre, los sumideros son hermosos y están llenos de agua cristalina, azul verdosa. Son fácilmente accesibles y se han convertido en un punto de interés turístico debido a su proximidad a destinos de vacaciones de primavera como Cancún.
Se creía que estas aguas azules llevaban al inframundo maya.




A pesar de su evidente atractivo estético, los Cenotes en la región tienen una historia fascinante, que se remonta a los mayas que habitaron el Yucatán antes del colonialismo. Como los mayas creían que los agujeros conducían a la otra vida, solían arrojar objetos importantes a los cenotes. Algunas leyendas también afirman que fueron utilizadas en sacrificios humanos, sin embargo, esto sigue siendo objeto de debate en la historia maya.

Dado que la mayoría de los cenotes de la región fueron explorados y estudiados por arqueólogos a principios del siglo XX, es poco probable que estés nadando con los restos de un sacrificio maya. Es más probable que simplemente disfrute de un baño relajante entre las estalactitas y los rayos radiantes de la luz solar del mundo exterior.